martes, 30 de agosto de 2011



Ya no aguanto más, mi vida. Estoy extremadamente ansiosa por verte y no falta nada... En 7 hs y media ya emprendés tu viaje de vuelta.
Quiero que sea jueves a la mañana. Quiero verte. Quiero abrazarte. Quiero besarte. Quiero decirte lo mucho que te amo y no dejarte irte jamás de mi lado. Quiero llorar de alegría por volverte a ver, quiero volver a respirar después de 10 días. Quiero verte... TE QUIERO A VOS.




domingo, 28 de agosto de 2011

Pertenecer o no pertenecer, he aquí la cuestión.

Una buena nota para comenzar el blog.

En esta sociedad consumista en la que vivimos, esta sociedad donde la anorexia y la bulimia estan “mal vistas”, pero aún así miles de chicos y chicas la sufren; en la sociedad donde importa más tener el último aparato electrónico sin pensar que puede haber alguin chico en la calle pidiendo monedas para comer un pedazo de pan. Donde en los noticieron sólo pasan aquellas cosas que ‘garpan’, pero no son capaces de nombrar la inclusión de vacunas contra el cancer de cuello de útero en el calendario…

Sí, esta es la sociedad que me tocó vivir. La sociedad y la época que adolezco.

Es increíble ver la cantidad de cosas que puede hacer una persona, o un grupo de ellas, para pertenecer en un grupo. Emborracharse, drogarse, discriminar, agredir fisica y verbalmente, vivir en una nube. ¿Qué más son capaces de hacer o ser para no ser un ‘paria’?

Siempre me sentí que no pertenecía al lugar en el que estaba, con la gente que me rodeaba (exceptuando sólo un par). Años para intentar descubrirlo, descubrirme, para comprenderlo. Años de sufrir crisis, algunas constantes otras ocacionales. Y hoy por fin lo comprendí.

Mi lugar nunca fue en el que estuve el año pasado, ni mis años anteriores. Mi lugar no era con un ‘grupo selecto’, con una ‘elite’. Me cago en ella.
Mi lugar era con gente como yo. Gente que disfruta juntándose a comer pizza, charlar y jugar juegos de mesa o algun videojuego. Mi lugar era aquel en el que me sentía cómoda, con gente que tenía un punto de vista diferente al mío y enriquecían mi saber. Con gente que disfruta estando en un parque, un día de la primavera aunque amenaze con una tormenta.

Ése era mi lugar. Y me apena no haber podido disfrutar con ellos, experiencias que, literalmente, no disfruté. Que adolecí.

Yo sufrí, lloré y pelié por mantenerme en mis ideales, por seguir luchando por la corriente.

Y vos, ¿qué hiciste o haces para pertenecer o no pertenecer?

Juventud: apoyar no es fanatizarse.

Estamos en época de elecciones. En menos de 2 meses se vota President@ de la Nación.

Y no puedo creer que me dé bronca la gente que se fanatiza. Somos jóvenes, es normal, pero en política no se puede. Porque ser fanático te quita movimiento, raciocinio. Te hace cuadrado e ilógico.
Después de todo, la política es el arte de engañar – en el buen sentido y en el malo-, y si sos cuadrado, irracional, ilógico, inmóvil, jamás vas a poder dar un discurso coherente y bueno.

Yo apoyo al Gobierno Nacional. Apoyo el modelo Nacional y Popular. Pero lo hago desde afuera, desde lugar. No es necesario militar, no es necesario armar escándalo, figurar ni hacer lobby. No es necesario buscar un apoyo político ni un lugar entre ellos. Y sinceramente me molesta muchísimo que, por estar al margen de todo eso, soy templada

¡Es tan estúpido decir eso de una persona politizada!

Me interesa la política desde que soy chica. Mas bien, desde el 25 de mayo del 2003, cuando Kirchner asumió la Presidencia de la Nación con poco más del 22% de los votos. Sé que entendía poco y nada en esa época pero, a medida que fui creciendo, fui aprendiendo más, interiorizándome.

Recuerdo que mi primer debate específico, de política, fue con el asunto de la 125. ¡Mirá que quedarme hasta la madrugada para ver que Cleto Cobos votara no positivo…! A la mañana siguiente tenía clases con una profesora -una Kumpa-. Fue el debate más interesante que tuve, fue… sencillamente genial.
Así como ese debate tuve muchos más, tranquilos, iracundos, chicos, grandes, en grupos, de forma individual…

No pienso que la única forma de apoyar es militando. Aún está turbio el asunto y, desde mi punto de vista, me falta calle para eso.

Hago lo que esté a mi alcance, lo que me parece correcto: seguir lo que se está haciendo, lo que se debate en el Congreso, apoyar las causas, apoyar a los candidatos, odiar profundamente a los que no son políticos -léase Macri, De Narváez, Pino, Cleto, Duhalde, y por las razones de qué es la política en sí; y aún así, detesto a Carrió, pero ella sí es política-, fui a votar el 10/7, el 31/7 y el 14/8, y votaré el 23/10, canté victoria cuando en las primarias Cristina se impuso en la CABA – que es históricamente antiperonista-, he planeado innumerables formas de asesinar a Macri y, aunque para muchos suene tonto, romper los afiches de otros partidos me hace sentir que algo hago.

Mi lugar no está en el centro de la política buscando cargos, está en un lugar más social, luchando por mi Universidad, por dignidad hacia mis futuros colegas, por las prácticas quitadas a los de la UBA para ser concedidas a las privadas; ayudando a la sociedad, con la ayuda del Estado – ser ese puente entre Estado-enfermo-. ESE es MI lugar…