martes, 18 de octubre de 2011

Deshoras...

Han pasado setecientas noventa y dos horas desde la última vez que hicimos el amor.

Han pasado setecientas sesenta y ocho horas desde que todo comenzó a ir mal.

Han pasado setecientas veinte horas sin vos. Treinta días desde que terminaste conmigo.

Han pasado, cerca, de cuatrocientas ochenta horas en los que me dijiste las peores cosas que se le puede decir a alguien.

Han pasado trescientos sesenta horas desde que decidiste volver a verme.

Han pasado doscientas dieciséis horas desde que me decidí, totalmente, volverte a ver.

Han pasado ciento veinte horas desde que nos volvimos a ver, nos volvimos a besar, nos volvimos a abrazar.

Han pasado cuarenta y ocho horas desde que dijiste lo último que me destruyó.

Han pasado dieciocho horas desde que me dijiste que me querías, no como amiga; que no me lastimarías, y que tuviste miedo a que yo retrocediera y no quisiera verte.

Han pasado, tan sólo, tres horas desde que volví a sentirme mal, enferma, con miedo.

Han pasado dos horas desde que volví a crear EL muro.

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